En el cantón de El Chaco, donde el tiempo se desliza como un río tranquilo, los murales se alzan como poesía visual en cada esquina. Esta es la historia de la «Ruta de los murales», una oda al encanto y la autenticidad de este rincón ecuatoriano.

El arte, en su forma más genuina, es un eco del alma, un lenguaje que trasciende las palabras. La «Ruta de los murales» en El Chaco es una sinfonía de colores y trazos que narra la historia de la región. Cientos de metros de pintura se entrelazan con la esencia misma de este pueblo mágico, destacando su riqueza natural y la generosidad de su gente.

Detrás de cada trazo hay una voz, un suspiro que se convierte en color. Álvaro Córdova, un artista que ha dejado su huella en diversas ciudades de Ecuador, aporta su visión única a esta paleta de emociones. Cada mural es un lienzo de historias vividas y de momentos compartidos.

Explorar la «Ruta de los murales» en El Chaco es como hojear un álbum de recuerdos, un paseo por las calles donde las historias de la región cobran vida en cada trazo. El Boulevard se convierte en un sendero de sueños, y los muros de la Unidad Educativa El Chaco son el lienzo de una identidad que se expresa con colores y formas.

¿Ya te fotografiaste en los murales?






